Racismo hay en la propia Ley de Comunicación: los medios están obligados a dotar de un espacio o número de imágenes para hablar de interculturalidad. Eso que parece ser positivo es usado por los medios para evidenciar a los indígenas comiendo, bailando o danzando; es decir, son sujetos de comparsa.
El catedrático universitario Nelson Reascos, durante una exposición académica habló de las distintas manifestaciones del racismo. Nosotros la traemos a colación por lo sucedido la semana pasada con los periodistas Luis Vivanco y Anderson Boscán, quienes dirigieron fuertes epítetos en contra de Leonidas Iza, actual presidente de la CONAIE.
En la vida cotidiana afloran las manifestaciones racistas dijo Reascos, la primera es reducir el problema como si fuera étnico, hay el racismo “puro y duro y también el racismo blando”. Por ejemplo, racismo blando es cuando en el mercado, a la “caserita” se lo trata de mijita o mamitica, “eso es racismo que subyace en la micro física de la inconciencia.
El catedrático Nelson Reascos, aclara las diferentes formas en que el racismo se manifiesta en la sociedad ecuatoriana y en general en el mundo….
Racismo hay en la propia Ley de Comunicación: los medios están obligados a dotar de un espacio o número de imágenes para hablar de interculturalidad. Eso que parece ser positivo es usado por los medios para evidenciar a los indígenas comiendo, bailando o danzando; es decir, son sujetos de comparsa. Mientras estén en los platos típicos son aceptados, pero cuando son sujetos políticos, cuando protestan, son criminalizados y hasta tildados de terroristas.
La mejor prueba del racismo es cuando un sujeto empieza una disertación exponiendo “que no es racista”, el paternalismo es racista, el lenguaje es racista. La misma palabra “indígena”, prosiguió el catedrático, viene de indus=adentro y genus=origen, es decir significa, nacido de adentro, natural. De ahí viene también la palabra indigente. También lo llaman aborigen, es decir, que viene sin origen.
El racismo es difícil de combatir porque precisamente está disfrazado de solidaridad, concluyó Nelson Reascos.