Bono agrícola de $1.000 llega a Pastaza con más de 1.200 beneficiarios iniciales
En entrevista con Nina Radio, la directora del Ministerio de Agricultura, Alba Bredi, explicó los alcances del reciente decreto ejecutivo que establece la entrega de un bono de $1.000 por única vez a agricultores en situación de pobreza y extrema pobreza.
El beneficio está focalizado en quienes consten en los registros oficiales como el Registro Nacional Agropecuario, la Agricultura Familiar y Campesina (AFESES) y el RENAGRO, y se canaliza a través de BanEcuador. El objetivo, según Bredi, es garantizar que el recurso llegue “directo al agricultor, sin intermediarios”.
En la provincia de Pastaza, se han acreditado ya 1.200 bonos, con otros 570 en trámite y alrededor de 2.300 agricultores a la espera de actualización de datos. Sin embargo, organizaciones locales advierten que la demanda es mucho mayor, pues se estima que existen cerca de 6.000 productores en la provincia.
El bono busca suplir, de forma concentrada, lo que antes llegaba en subsidios dispersos y con montos menores. “Antes los agricultores recibían un beneficio equivalente a $200 anuales; hoy recibirán $1.000 en una sola transferencia”, señaló Bredi.
Además del bono, el gobierno impulsa el programa de crédito 7×7, con préstamos de entre $7.000 y $250.000, al 7% de interés, cuyos intereses son cubiertos por el Estado. También se incluyen otras líneas de apoyo: paquetes tecnológicos y sostenibles, entrega de maquinaria agrícola, biodigestores, tractores y unidades móviles agropecuarias.
No obstante, la medida ha generado críticas. Algunos ciudadanos cuestionan la transparencia en la focalización y denuncian que no todos los agricultores de Pastaza están incluidos en los registros. “Ni siquiera tienen un registro completo de los campesinos, solo apoyan a los mismos de siempre”, expresó un oyente durante la transmisión.
El Ministerio de Agricultura asegura que el proceso cuenta con filtros claros y que se trabaja en territorio para ampliar la cobertura. “No es un bono rompehuelgas, es una redistribución de recursos”, enfatizó Bredi.
Aunque la directora del Ministerio de Agricultura, Alba Bredi, aseguró que la provincia ya cuenta con 1.200 beneficiarios acreditados y otros 570 en trámite, los agricultores sostienen que la cifra es insuficiente frente a los cerca de 6.000 campesinos y productores que existen en la zona.
“Ni siquiera tienen un registro completo de los agricultores de Pastaza, solo apoyan a los mismos de siempre”, expresó un ciudadano durante la transmisión radial, en alusión a las denuncias de que el beneficio se concentra en asociaciones o grupos cercanos a las autoridades.
El bono, establecido en el decreto ejecutivo 125, busca reemplazar los subsidios dispersos que antes llegaban a los agricultores con montos menores, equivalentes a $200 anuales. No obstante, su carácter de “única vez” y la falta de claridad sobre un eventual financiamiento posterior han despertado dudas sobre su efectividad como incentivo productivo.
A ello se suma la preocupación de que los filtros oficiales —basados en registros como el RENAGRO o la Agricultura Familiar y Campesina (AFESES)— no reflejen la realidad de miles de pequeños productores que, aunque comercializan yuca, plátano o papaya en los mercados locales, no constan en las bases de datos estatales.
El Ministerio de Agricultura sostiene que se trata de una “redistribución de recursos, no un bono rompehuelgas”, y asegura que el proceso de bancarización y validación evitará irregularidades. Sin embargo, las críticas persisten, y muchos campesinos advierten que mientras no se actualicen los registros, los más pobres seguirán quedando al margen de las ayudas oficiales.
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