Ecuador paga miles de millones en subsidios que distorsionan la economía
El incremento del precio del diésel en un dólar por galón ha reabierto el debate sobre el futuro de los subsidios en Ecuador. En diálogo con Nina radio, el ingeniero Miguel Robalino, experto petrolero, advirtió que esta medida debió implementarse con planificación y un esquema de focalización previo, considerando que los subsidios aplicados desde 1934 “fueron una decisión política y no técnica” que hoy representan una pesada carga para el Estado.
Robalino recordó que, en promedio, los subsidios a los combustibles le cuestan al país más de mil millones de dólares anuales, acumulando en los últimos 14 años alrededor de 14 mil millones. Sin embargo, precisó que apenas entre el 18% y 20% de ese beneficio llega a los sectores más pobres, mientras el resto termina favoreciendo a grupos con capacidad de pago, al contrabando y hasta a actividades ilegales como la minería.
“El subsidio es temporal por naturaleza. Cuando se lo extiende indefinidamente, termina distorsionando la economía y alimentando el déficit fiscal”, explicó. Según indicó, ese déficit obliga a recurrir a créditos internacionales, con lo cual el país termina “pagando subsidios con intereses”.
Como alternativas, el ingeniero sugirió:
· Focalizar el beneficio en sectores que realmente lo necesitan, especialmente el transporte público y poblaciones vulnerables.
· Reinvertir los recursos liberados en áreas críticas como salud y educación.
· Actualizar y centralizar la data de subsidios para garantizar transparencia.
· Mejorar la calidad de los combustibles, exigiendo estándares internacionales como la normativa Euro 5, lo que redundaría en mejor rendimiento vehicular, menor desgaste mecánico y reducción de la contaminación.
El especialista también subrayó que, pese al incremento, el precio del diésel en Ecuador sigue siendo menor que en países vecinos, lo que mantiene activo el contrabando. “En Perú el galón cuesta 4,25 dólares y en Colombia alrededor de 3. Mientras exista esa brecha, seguirá siendo atractivo sacar el combustible ilegalmente”, advirtió.
Finalmente, Robalino insistió en que la eliminación progresiva de subsidios debe enmarcarse dentro de una política energética integral que garantice soberanía, abastecimiento con combustibles de calidad y justicia social.
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