Lasso empieza a remecer las elites
Por: José Hernández.
Guillermo Lasso llega a la Presidencia y, por supuesto, se disparan las preguntas sobre su forma de ser, sus atributos y las incógnitas que surgen alrededor de las decisiones que tomará a la cabeza del Estado. No se trata solamente de un tema personal que, por supuesto, siempre tiene gran incidencia en la forma de gobernar: Lasso, se sabe, es ejecutivo y está acostumbrado a ofrecer y a exigir resultados de excelencia. De por medio está, igualmente, el momento político en el cual él es elegido y el perfil político que asumió para que una mayoría de electores lo consideraran la mejor opción en esta lid. Ahora tendrá que concretar no solo las ofertas sino ese perfil.
Quizá esto último es el más importante porque Lasso es hoy presidente con un perfil tan complejo como el momento que atraviesa el país: de centro derecha, él termina siendo políticamente de centro y de centro-izquierda. Lo mismo ocurre en el campo económico: él es liberal y se esperan cambios en esa dirección pero, al mismo tiempo, tiene que desarrollar políticas sociales que si se evaluaran, fuera del contexto en el cual aparecieron en su discurso, pudieran parecer copiadas de algún viejo programa socialdemócrata. Él es antiestatista pero no está dispuesto, por el contrario, a desmantelar las obligaciones del Estado, por ejemplo, en salud y educación. El correísmo trató de endosarle esa mentira, pero terminaron desistiendo ante las evidencias. (Artículo completo en 4pelagatos.com)