fbpx

¿Qué quedó del tik-tok?

Al calor de esta crisis evidente, muchos sectores están tentados por adecuar la lucha política a las redes sociales. En otras palabras, por virtualizarla. Suponen que la dispersión es sinónimo de una participación masiva que resolvería el déficit democrático. A mayor tuitazos, mayor civismo, sería la consigna. Poco importa la fugacidad de las propuestas, opiniones o intervenciones de los internautas.

juan cuvi en nina radio

El agotamiento del viejo sistema político liberal es un hecho inocultable. Y no solo en el Ecuador. Por todos lados, la profunda crisis de la representación política formal termina en las más inusitadas salidas. Hasta un régimen híper institucionalizado con el de los Estados Unidos tuvo que sufrir la arremetida golpista de Donald Trump. Ni se diga con lo que ocurre en Europa a propósito del ascenso de la ultraderecha, que quiere pasarse por el forro hasta los derechos civiles más elementales.

El último reemplazo que intentamos en el país se dio con el régimen de partidos de fines de los años 70, instaurado a partir del denominado retorno democrático. La idea de superar el viejo esquema oligárquico de partidos auguraba un futuro prometedor. Se suponía que con la creación de partidos modernos e institucionalizados se enterraría al populismo de forma definitiva.

Pero el experimento duró apenas una década: en 1992, Sixto Durán Ballén llegó a Carondelet con la misma vieja fórmula de los engendros electorales. A partir de entonces, la informalidad volvió a ser la norma.

No hay claridad sobre un nuevo mecanismo que permita solucionar el reiterado divorcio entre la esfera de la política y la sociedad. Con casi 300 agrupaciones políticas reconocidas, la tarea resulta imposible. El paro de octubre de 2019 evidenció los rotundos límites de las instituciones políticas para procesar los conflictos sociales, tal como se supone que debería ocurrir. La crisis se resolvió con una negociación entre una fuerza social movilizada y un gobierno acorralado, donde los partidos y la Asamblea Nacional brillaron por su ausencia.

Los comentarios están cerrados.