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«Somos gobernados por una banda de delincuentes»

El eje trasversal que gobernó el país durante los últimos 14 años estuvo guiada por una escuela de formación de delincuentes, capacitada por el régimen anterior. “En nada se diferencia el régimen anterior al actual y prueba de ello son los casos de corrupción que a diario van saliendo a la luz como el allanamiento a la casa del Asambleísta Daniel Mendoza, vinculado en la red de corrupción de los hospitales de la provincia de Manabí”, señaló el periodista Fernando Villavicencio, en dialogo con Nina Radio.

Este caso fue investigado y denunciado por el Periodismo de Investigación  hace 6 meses, allí se descubría que el gobierno actual realizó acuerdos políticos con asambleístas con el fin de alcanzar mayorías parlamentarias para la aprobación de leyes. Cambiaron votos parlamentarios por el reparto de hospitales del sistema de salud.

Villavicencio señaló que la plata que ayer se incautó producto del allanamiento de la Fiscalía, sería de los sobornos para la construcción del Hospital de Pedernales. El nivel de corrupción en el sistema hospitalario es parecido a la estructura criminal del caso «Arroz Verde», sentenció.

Vea como son las cosas, continuó el periodista, aparece un nuevo caso de corrupción como el de Gestión de Riesgos, por presiones sociales renuncia el más alto funcionario; pero, el país se sorprende cuando en su reemplazo se posesiona a gente cercana a Correa, gente decía que quería “coger” las armas para defender a Correa. Quien entonces puede pensar que no existe pacto entre Correa y Moreno? se preguntó.

El Estado Ecuatoriano no va a cambiar mientras existan estas estructuras “podridas”; el nuevo proceso electoral no cambiará el actual sistema de injusticias, “solo la sociedad movilizada logrará romper estas estructuras corruptas que se encuentran enraizadas en todas las instituciones del estado”, concluyó Villavicencio.

1 respuesta a ««Somos gobernados por una banda de delincuentes»»

Perfecto Fernando la delincuencia continúa y la representación amorfas no garantizan cambios políticos

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