El COVID-19, no ha sido virus, sino bacteria. Descubrimiento realizado por médicos italianos a partir de las necropcias practicadas a los muertos por dicha enfermedad. Es una bacteria que provoca coagulación intravascular dismunída conocida como trombosis, señalaron los facultativos. Los contagiados con el COVID-19 generan un problema en la sangre, no en los pulmones. La bacteria obstruye las venas, formando un trombo en el torrente sanguíneo, el mismo que puede ser tyratado a partir de una terapia antiguagulante. Este padecimiento puede ser tratado con medicina existente como antibióticos, antinflamatorios y antiguagulantes, por lo tanto, no se necesitaría una vacuna. Al momento en los hospitales italianos se suministra este tipo de medicina a los enfermos y solamente se requiere un manejo ambulatorio.