Ya desde antes de la crisis sanitaria mundial causada por la propagación del covid-19, las estadísticas revelaban que un tercio de las mujeres de todo el mundo experimentaban alguna forma de violencia en su vida.
Según los datos que maneja el organismo, desde el inicio de la pandemia y en comparación con el año pasado, se ha duplicado el número de llamadas pidiendo ayuda en el Líbano y Malasia, y se ha triplicado en China. Por su parte, en Australia se registró el mayor volumen de búsquedas en Internet consultando sobre violencia doméstica en los últimos cinco años.
Además, existen países con instituciones precarias donde, según consideran desde la ONU, crecerá la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas a medida que se propague el virus.
En ese sentido, el secretario general urgió a todos los gobiernos a incluir la prevención y la reparación de los casos de violencia contra las mujeres en sus planes nacionales contra el covid-19.
Recomendaciones de la ONU para la reducción de la violencia doméstica:
Aumentar la inversión en servicios de ayuda en línea y en organizaciones de la sociedad civil.
Garantizar que los sistemas judiciales sigan procesando a los abusadores.
Establecer sistemas de alerta de emergencia en farmacias y tiendas de comestibles.
Declarar los centros de acogida como servicios indispensables.
Crear formas seguras para que las mujeres busquen apoyo, sin alertar a sus abusadores.
Evitar la liberación de prisioneros condenados por cualquier tipo de violencia contra la mujer.
Ampliar las campañas de concienciación pública, en particular las dirigidas a hombres y niños. LEER NOTICIA COMPLETA
