De acuerdo a los modelos matemáticos y según las proyecciones, en Pastaza los contagios se irán reduciendo en 40 días, eso quiere decir que la curva se irá aplanando, de acuerdo al criterio del economista Carlos Villarreal.
Con el anuncio del cambio de semáforo al amarillo, habrá una aflojamiento de las medidas, habrá un mayor flujo de exposición de la ciudadanía por el sentimiento de confianza y la consecuencia será una nueva ola de contagios, porque el virus está circulando, acotó Villarreal.
Sobre el caso de Quito, Villarreal corrobora el criterio del Ministro de Salud, de que al menos en la Capital a esta hora ya se habrían contagiado un 22% de la población, es decir unos 440.000 quiteños. Lo que asusta es el nivel de letalidad que supera el 8%.
El cambio de semáforo a amarillo lo impone la sociedad no las autoridades, razonó Villarreal.
