Para hacer un evento cultural, igual entra en el sistema de compras públicas a nivel nacional; es un absurdo, dijo la activista Ing. Lorena Villavicencio: “Se viola la ley amazónica y además se les obliga a sacar la firma electrónica a los gestores culturales que cuesta 40 dólares, la gente no tiene y encima los artistas que han sido los más golpeados con el COVID”
Honda preocupación ha causado a varios sectores sociales y culturales, la nueva disposición que obliga a acudir al llamado SERCOP inclusive para trabajos de menos cuantía. Así lo explicó el Presidente de la Cámara de comercio de Pastaza, Jorge Espín.
“Amanecimos con la ingrata sorpresa que está en vigencia en el sistema nacional de contratación pública el someter también a esta modalidad a las cantidades inferiores a ínfima cuantía”, señaló el dirigente.
De alguna manera las ínfimas cuantías alimentaban a los pequeños negocios, lo que con esta nueva regulación se incrementa la desigualdad, subrayó Espín.
Siempre el trato ha sido discriminatorio con los pequeños productores, con quienes no podemos ponernos al mismo nivel de los grandes proveedores, continuó, porque una cosa es ser importador de casi toda una línea de producción a un negocio que solamente les compra a ellos, para una distribución minoritaria en la provincia.
Esta nueva regulación también es contradictoria a la Ley Amazónica, continuó Jorge al subrayar que “pone en un solo saco a todos”, cuando la propia Ley dice que habrá preferencia por la producción y mano de obra amazónica. En la Ley amazónica claramente se expresa que las disposiciones de esta normativa prevalecerán por sobre el resto que se les oponga.
También hubo reacción del sector cultural y artístico porque esto significa
Que para hacer un evento cultural igual entra en el sistema de compras públicas a nivel nacional. Es un absurdo, dijo la activista Ing. Lorena Villavicencio. “Se viola la ley amazónica y además se les obliga a sacar la firma electrónica a los gestores culturales que cuesta 40 dólares la gente no tiene y encima los artistas que han sido los más golpeados con el COVID”, subraya la analista cultural.
No es posible subir a compras públicas a nivel nacional un proceso cultural cuando los requerimientos son de las culturas locales. Este es un doble golpe al sector cultural, por ejemplo, si vamos a hacer la Wayusa Upina y el kamari en las comunidades indígenas, ¿cómo es se puede contratar por eso sistema de contratación pública?, concluyó Lorena Villavicencio.