Son varios los riesgos por los que atraviesa la Central Hidroeléctrica coca Codo Sinclair, expuso en Nina Radio Carlos Villarreal, autor de un estudio en torno a la realidad de la cuenca donde está el proyecto hidroeléctrico, más grande del país. Este es un ejemplo clarísimo de como ejemplificar lo que no se debe hacer cuando se vaya a instalar una central hidroeléctrica dijo.
Hay 4 niveles de erosión, una más grave que la otra, en las 138 mil hectáreas intervenidas, expuso el estudioso:
La tasa de deforestación es alta, más o menos 1250 a 1500 hectáreas al año por ganadería.
El 70% del suelo es pendiente que trae consigo el riesgo de la sedimentación.
El segundo riesgo es volcánico, esta al pie del reventador
También existe el riesgo sismo tectónico, estamos en un lugar que es un entramado de fallas geológicas, algunas de ellas llegan hasta las inmediaciones mismas de la represa.
Hay un accidente tectónico formado por un triángulo del reventador, también un “área de peligro que es el Sumaco”. El riesgo sísmico ahí mismo donde está la represa. Cuando sucedió el terremoto casi todos los ríos de la cueca, todos los taludes se desprendieron y se depositaron en un represamiento de la planicie del Salado, por las inmediaciones del proyecto.
La erosión del río Coca es un fenómeno de grandes dimensiones con implicaciones técnicas, e igualmente, el temor latente de la migración de la cascada San Rafael hacia el proyecto con un potencial daño. Hay 18 kilómetros hasta el proyecto nos reveló Carlos Villarreal; en los 8 meses del cambio de cascada hasta ahora, se ha acercado algo así como 3 y medio kilómetros. Los técnicos esperan que en su ascenso hacia el proyecto se encuentren zonas de roca que impidan tan rápido desajuste del suelo.