Los últimos dos días el número de contagios ha subido a razón de 30 diarios, cifra escalofriante si tomamos en cuenta la población de Pastaza
Cada vez que miramos la infografía oficial “se nos hace piel de gallina” como suele decirse. Duele más cuando se sabe que las estadísticas de muertos la alimentan amigos, como sucedió esta víspera, ya son 52 personas que han fallecido por la pandemia.
El COE cantonal, empero, decidió continuar en semáforo amarillo, “solo la dirección de Salud opinó que debe cambiarse nuevamente el semáforo a rojo” declaró a Nina Radio el vocero del COE, Carlos Mejía al tiempo de anunciar que se pretenden ligeras modificaciones que deberán pasar al COE cantonal primero y al COE Nacional, después.
Si solamente el Ministerio de Salud solicitó volver al semáforo rojo y esa moción no tuvo eco en ningún otro miembro, pues está claro que aquí, en el Cantón Pastaza se han privilegiado las razones económicas a las de la salud y la vida, eso es claro.
Deberán entonces los responsables del control de la pandemia responder claramente por las políticas aplicadas en función de la vida de la comunidad, es decir, si han preferido ceder a las presiones de sectores económicos por una parte, y/o a la necesidad de sobrevivencia de muchos ciudadanos, cuestión que también cuenta. Pero la pregunta seguirá: ¿cuenta más la razón económica que la de salud y vida de la población?.
Los últimos dos días el número de contagios ha subido a razón de 30 diarios, cifra escalofriante si tomamos en cuenta la población de Pastaza. Par poner un ejemplo, en Quito, hay grandes titulares de prensa cuando el son 300 o 400 contagiados en un día, pero hay que analizar que Quito tiene cerca de 3 millones de personas. Por ahí si se comprende la difícil situación por la que atraviesa esta parte de la Región amazónica, hoy por hoy, la más afectada del país.
