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Al Ministro de Salud nadie le hace caso

Severa fue la intervención del Ministro de Salud, Dr. Mauro Antonio Falconí ante sus cercanos colaboradores. Ellos escucharon estoicamente y seguramente impartieron las instrucciones del Ministro, pero el caso es que hasta ahora, no existe respuesta de esa cartera de Estado.

La pregunta que cabe no es mucho pensar. Quién falla, los trabajadores del Ministerio de Salud o son sus políticas erróneas las que han fallado al Ecuador en esta pandemia.

No es entonces, que el pueblo ecuatoriano ha fallado con “su imprudencia y sus aglomeraciones”, sino que no ha existido una política de Estado para enfrentar la pandemia Al igual que sucede con la falta de planificación para la vacunación, tampoco ha existido planificación para enfrentar el coronavirus. Así nomás.

El Ministro les dice a sus contertulios “me están viendo la cara de cojudo”. Los ecuatorianos debemos decir al Ministerio de Salud, a los sucesivos ministros y al propio personaje que los nombre, que somos los ecuatorianos a quienes “nos han visto la cara de giles”, porque nadie a dicho nada, en tanto tiempo.

El Ministro les dio a sus funcionarios, desde el lunes en que salió esta filtración del audio, 24 horas para proveerle de datos, si no hay información ni arqueo de vacunas, no se puede planificar la vacunación; mientras lanzaba unas palabras que parece se las va a llevar el viento: “el ministerio conmigo, cambia porque cambia”

También les amenazó el Ministro y dio potestad a sus cercanos para despedir aunque sea a medio ministerio, “porque me están viendo la cara de pendejo y ya estoy harto”.

La opacidad en la información es la política que ha implementado el Ministerio de Salud, no solo para evitar que se conozca sobre la cantidad de vacunados VIP, (privilegiados), sino también sobre la gestión misma “en territorio” como ellos dicen…

En Pastaza no solo es el problema de las vacunas, (hubo también privilegiados y eso investiga la Defensoría del Pueblo), sino por ejemplo el tema de las ambulancias.

El Cuerpo de Bomberos ha puesto el grito en el cielo porque Salud solicita muy frecuentemente ambulancias “que no se puede negar”. El caso es que todas las ambulancias de Salud están paradas y de ello ya van algunos meses, años diríamos.

De tal manera que el problema no es del Ministro de Salud y sus órdenes, sino de políticas de esta cartera de Estado que no cumple ni con el presupuesto que le manda la Constitución y mucho menos con su obligación de velar por la atención a los ecuatorianos. El Ministerio de Salud es una institución que realmente ha caído en desgracia.

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