Con la marcha de esta víspera de los profesionales eléctricos, se inicia creo Yo, un proceso de protestas de varios gremios que pugnarán por la aplicación de la Ley Amazónica en cuyo artículo 42 obliga quienes aquí contraten lo hagan con mano de obra y profesional local.
Con el mayor cinismo, algunas autoridades y otros tantos representantes de entidades pública supra provinciales que realizan obras en la Amazonía, han hecho tabla rasa de la normativa en favor de intereses nada claros y contratos de trastienda.
En marcha no muy nutrida pero marcha al fin, los profesionales y trabajadores eléctricos lo que han hecho es dar una voz de alarma a la población para que en todo estamento y en todo orden, eleven su voz de protesta por la vigencia de la Ley y la contratación de mano de obra local, como fórmula para lograr un desarrollo sostenible y sin tanta dependencia.
La marginación de los eléctricos, según sus voceros, de unos 4 millones de contratación que espera realizar la Empresa Eléctrica Ambato Sociedad Anónima, (EEASA), da cuenta que los profesionales foráneos que llegan a gerenciar en Pastaza, se llevan el agua a su molino, cumplen órdenes o tienen planificado canonjías para sus adláteres, amigos conocidos o jefes superiores de turno.
Esta es una réplica en todas las instituciones públicas de la Amazonía ecuatoriana y Pastaza; casi lo mismo hacen los gobiernos seccionales. Resulta que inclusive los procesos de compras públicas antes de ofertar ya tienen elegido su ganador. Sucede en las presentes administraciones municipales, en la administración provincial y en todas que administren el dinero público. A eso también debemos llamarlo corrupción.
Hay muchos capítulos que algunos prefieren ya olvidar, por ejemplo, la contratación del sistema de alcantarillado, cuyo consultor no es de Puyo, al final de finales no hay ni siquiera a quien pedirle cuentas. Y nadie opina nada… hay razones par aello, aun prima el temor de dirigirse a la autoridad con alguna solvencia por temor a retaliaciones, como hemos sido testigos sucede con profesionales que alguna vez alzaron su voz en busca de racionalidad o justicia.
Todos callan, nadie dice nada, nadie opina ha sido la norma de comportamiento de profesionales y gremios por cuyo silencio vierten como manantial los atropellos de la administración pública.
Fredy Maldonado, Alex Peña y Sancho