Pastaza ya no vive ningún "semáforo"; todos circulan libremente y solo los negocios formales están obligados a seguir parados...
La falta de políticas estatales para una acción positiva de control del COVID-19 a lo que debemos sumar, necesariamente, la angustia, descuido y hasta irresponsabilidad ciudadana ha traído como consecuencia que el número de contagiados se eleve de una manera realmente drástica. De acuerdo con unos estudios expuestos en Nina Radio la antevíspera, en unos 40 días empezará a “aplanarse” la curva epidemiológica.
El COE cantonal ha decidido extender el semáforo rojo, por lo menos hasta el próximo 31 de mayo. Por otra parte, hay presión ciudadana y algunos sectores productivos, en silencio, para que el semáforo pase a amarillo.
Los médicos del COE provincial fueron quienes sugirieron la continuidad del rojo, por lo que, también han recibido críticas en tanto sus proyecciones no responden a una realidad que es matemática.
Este día se han registrado 12 nuevos casos, lo cual preocupa aunque la ciudadanía parece que no repara en esto y eso constatamos en las calles de la ciudad a plena luz del día. El tránsito es normal y para todo vehículo. No hay quien controle este desenfreno, por eso, la autoridad municipal culpó al COE provincial y específicamente a la Gobernadora de no disponer a la policía por el control de la circulación.
En todo caso, por fuerza de circunstancias, Puyo ya vive, por lo menos, “el semáforo amarillo” y los únicos que cumplen son los sectores productivos a los que se puede controlar con medidas coercitivas, porque el resto, circula normalmente y a toda hora. Diga usted, si esto no es verdad.
