
En el mes de marzo del 2020, el pueblo de Sarayaku en la provincia de Pastaza, tuvo su peor momento, al ser azotado por circunstancias de la naturaleza. Mientras enfrentaba al Covib-19, una fuerte llovizna produjo la creciente de los ríos Bobonaza y Arajuno, los mismos se desbordaron causando perjuicios a viviendas, cultivos y lo más grave, la destrucción y caída del puente que une la pista de aterrizaje con la plaza central.
Sin pérdidas humanas, Sarayaku fue declarado en emergencia a la espera de recibir atención de las autoridades seccionales, que muy poco hicieron para paliar las diversas necesidades. La dirigencia de la comunidad de ese entonces, en reiteradas ocasiones buscaron el apoyo de la prefectura de Pastaza, especialmente para construir el puente colgante sobre el río Bobonaza, petición que no tuvo una respuesta inmediata; en esa época la prefectura lo presidía Jaime Guevara.
Ante la necesidad de recuperar el puente destruido, dirigentes como Tupac Viteri, Patricia y Helena Gualinga, habrían gestionado recursos económicos ante organismos no gubernamentales a nivel internacional, obteniendo una respuesta positiva de la organización católica “MISEREOR” del estado de Alemania, quienes entregaron los recursos económicos.
Heriberto Gualinga, habitante de Sarayaku fue el coordinador de la construcción del puente y refiere que: “No hubo institución que nos apoye para el puente, la prefectura había aprobado un presupuesto de 50.000 dólares pero a destiempo.
Pedimos que ese rubro sea para construir otro puente en Sarayakillo, pero hasta la fecha no se ejecuta el dinero y peor el puente”, expresó.
A decir de Gualinga, para levantar el puente se han tomado aproximadamente ocho meses, han empleado a trabajadores de la comunidad beneficiando a varias familias por el pago, también han participado técnicos de Puyo-Pastaza, el costo total del puente alcanza los 200. 000 dólares.
HERIBERTO GUALINGA
El puente está construido con vigas de acero galvanizado especial (A572 grados), cables de acero, soportes y bases de cemento armado, tiene una longitud de 70 metros y 1,70 metros de ancho, con una garantía de vida útil para los próximos 50 años. “Este tipo de puentes es el único que existe en la Amazonía. Por este puente transitan aproximadamente 500 personas al día. El puente da vida al pueblo y ahorra dinero a los habitantes, ya que no deben alquilar canoas, para trasladar a los más de 300 estudiantes que se movilizarán por el viaducto”, anticipó Heriberto.
El puente colgante de reciente construcción ha sido bautizado como “Puente del Medio Día”, fue bendecido por monseñor Rafael Cob García, e inaugurado el pasado 19 de mayo de 2023, en medio de las festividades de la Pacha Mama.
MONS. RAFAEL COB
