“En Puyo, el gas cuesta $1,75 en bodega pero hasta $3,75 a domicilio: denuncian especulación por alza del diésel”
En la ciudad de Puyo, provincia de Pastaza, la ciudadanía enfrenta un nuevo foco de preocupación: el precio del gas de uso doméstico. Aunque el valor oficial del cilindro en bodega se mantiene en 1,75 dólares, el costo a domicilio se fijó en 3,75 dólares, según informó Luis Pozo, distribuidor local, en entrevista con Nina Radio.
Pozo explicó que el ajuste en el servicio de entrega a los hogares responde directamente al incremento de un dólar por galón de diésel, combustible indispensable para el transporte de los distribuidores. “Antes no nos afectaba tanto porque hablábamos de 10 centavos de más, pero ahora con un dólar por galón el gasto se ha duplicado. No es que subimos el precio del gas, sino que el servicio de reparto cuesta más”, señaló.
Sin embargo, las quejas ciudadanas no tardaron en llegar. Algunos usuarios denunciaron que, fuera del precio acordado de 3,75 dólares, en ciertos puntos se comercializa el cilindro hasta en 4 o 4,25 dólares. Ante esto, Pozo pidió a los afectados registrar placas o teléfonos de los distribuidores que incumplan el acuerdo para presentar denuncias, asegurando que no todos los vehículos que circulan en Puyo pertenecen a distribuidores locales.
El distribuidor también aclaró que en bodega se vende directamente al público, pero con restricciones: cada cliente solo puede adquirir un máximo de dos tanques, medida establecida por Hidrocarburos. El resto se destina a los vehículos autorizados para el reparto.
No obstante, desde el espacio periodístico se cuestionó que el incremento de 2 dólares por cilindro —entre bodega y domicilio— genera un margen de ganancia elevado para los distribuidores, lo que en la práctica los convierte en los principales beneficiarios del alza del diésel. “Si el precio oficial es 1,60 o 1,65 y se vende en 3,75 a domicilio, estamos hablando de más del doble. Aquí hay especulación, y la falta de control estatal la permite”, sostuvo el conductor del espacio radial.
En conclusión, mientras el precio oficial en bodega se mantiene congelado, la ciudadanía paga cada vez más por la entrega a domicilio, en medio de un escenario marcado por el aumento del diésel, la ausencia de controles efectivos y la especulación en la distribución del gas.
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