
Lo que Guillermo Lasso está haciendo es darle continuidad a la política de Correa, quien en campaña decía que entregar los campos a empresas extranjeras sería “traición a la Patria”, pero luego, desde 2007, entregó campos la explotación petrolera a empresas transnacionales en una suerte de privatización que ahora lo retoma vía decreto el Guillermo Lasso.

Pese a que va a haber presión del gobierno y de los medios de información, debe levantarse una resistencia en la provincia de Pastaza, par ñaque el bloque 28 no sea explotado porque afectaría cuando menos a las cuencas de los ríos Pastaza y Napo, dijo en entrevista en Nina Radio, el ex Presidente de la Asamblea Constituyente, Alberto Acosta.
No solo estará n en peligro algunas especies endémicas de la región sino también que se contaminarán las fuentes de agua que ahora nutren a Puyo y las poblaciones vecinas. Se puede volver a vivir la experiencia del nororiente en los distintos campos petroleros, enfatizó el analista.
Al referirse a la posibilidad de ampliación e la producción petrolera, Alberto Acosta lo sintetizó en una frase popular, “pan para ahora, hambre para mañana” – experiencia en nororiente repitiendo lo que ya se ha vivido en el norte amazónico.
Actualmente Ecuador produce unos 500 mil barriles diarios de crudo y el Presidente Lasso ha expuesto ante la faz pública que elevará dicha producción a un millón de barriles por día, lo que ha sido bien venido por parte de sectores defensores de las petroleras y analistas de las cámaras de la producción pero que, al menos no lo ha explicado el gobierno, aun no ha consultado con los sectores sociales y populares del resto de la Patria.
Las reservas petroleras se reducirían drásticamente, continuó Alberto Acosta y muy pronto debería dejarse de exportar petróleo ya que la producción disminuida de lo que quede deberá abastecer la demanda local.
También se refirió a la posibilidad de penetrar los taladros hasta el campo Ishpingo, parte del denominado ITT, lo cual sería definitivamente el principio del fin de la los pueblos no contactados o también llamados “en aislamiento voluntario”.
Lo que Guillermo Lasso está haciendo es darle continuidad a la política de Correa, quien en campaña decía que entregar los campos a empresas extranjeras sería “traición a la Patria”, pero luego, desde 2007, entregó campos la explotación petrolera a empresas transnacionales en una suerte de privatización que ahora lo retoma vía decreto el Guillermo Lasso.