Fernando Villavicencio obtuvo en las elecciones pasadas lo que podríamos llamar un voto de calidad. El y su trabajo periodístico al que han adherido cientos de miles de ecuatorianos y en su nombre ha realizado el compromiso con el candidato presidencial Guillermo Lasso, para acercarle a las tesis y planteamientos de grandes sectores sociales del país.
1.- Convocatoria a una consulta popular para abordar el tema de la minoría a cielo abierto, en los términos que fue planteado por la Provincia del Azuay el pasado 7 de febrero.
2.- Se incluya en dicha consulta popular la continuidad o no del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, entidad cuestionada por varios estamentos de la sociedad ecuatoriana.
3.- También la transición a un parlamento bicameral, en reemplazo de la actual Asamblea Nacional.
4.- Investigación de la corrupción de los últimos 30 años e investigación del feriado bancario.
5.- Finalización de los contratos con China y Tailandia.
El Ecuador no puede continuar con un modelo de desarrollo extractivista, no pueden continuar con las concesiones de los ríos amazónicos indiscriminadamente, continuó Fernando, por eso, dicha convocatoria será hacerla nacional lo que se planteó en Azuay, donde el 80% de la población dijo que no a la minería a cielo abierto.
Villavicencio habló, como lo dijo, desde los votos más valientes y seguros de las últimas elecciones porque “no soy arrastrado, (en el mejor término de la palabra)”, en una campaña presidencial contra corriente. Esta es una propuesta de los sectores más conscientes de la sociedad expuso el periodista.
Esto no es que aplauda a la derecha ni a los fundamentalismos, soy crítico del pasado corrupto, tampoco es un tema ideológico sino de la propia supervivencia de la democracia. Villavicencio también explicó que no ha conversado con Arauz, “porque él es parte de la delincuencia organizada”; vamos más allá de las diferencias políticas y buscamos la tranquilidad del país, aseguró.
En cuanto al planteamiento del parlamento bicameral, Villavicencio expuso que no se trata de cambiar de huésped, cambiar unos por otros como ahora ha sucedido. Ahora tenemos, continuó Fernando, una asamblea de vagos, al país le ha costado como 11 millones de dólares la aprobación de cada ley; eso no puede continuar si queremos progreso para el Ecuador. No más las carpetas bajo el brazo antes de llamar a un ministro a la asamblea, porque así no se fiscaliza nada.
Las propuestas de Villavicencio, como lo expresó en campaña electoral, coinciden con las del ex candidato Yaku Pérez en dos puntos, en lo del agua, como un tema civilizatorio, de defensa del ecosistema y defender lo poco que tenemos, prosiguió el asambleísta: y también el tema de la reducción de la asamblea a no más de 70 miembros. El nuevo parlamento tiene que ser de calidad y elegido en fechas distintas a las del presidente de la república.