Cuando nos estábamos recuperando dela primera inundación vino una segunda, nos contó Patricia Gualinga, oriunda de Sarayaku. Reclaman ahora asistencia emergente.
45 casas destrozadas y toda unadesolación en lacuenca del Bobonaza, también en los ríos Curaray y Arajuno. Los pueblos indígenas amazónicos claman por ayuda.