En una carta dirigida al Presidente Lenin Moreno, el Dr. Iván Cevallos, ex jefe de cirugía del HCAM, califica tácitamente de asesinato masivo el hecho que se levante el confinamiento de los ecuatorianos, puesto que los sectores rurales y las comunidades indígenas estaría indefensas ante un contagio masivo. Una carta severa la que le escribe el facultativo al señor Presidente de la República:
Señor Presidente:
Permítame citar a Manuel Vásquez Montalbán (en “Galíndez”): “Pero ¿y los muertos sin sepultura? ¿Esa fosa común universal y secular que jamás se alza contra los asesinos, que sólo pagan por los muertos con nombre, rostro y apellido?”. La frase, durísima, reconoce que los asesinos son sancionados sólo cuando el muerto es importante.
Un asesinato es igual cuando se perpetra con un arma que cuando se envía al matadero, a sabiendas del resultado. La analogía viene acorde con la irresponsable decisión que su gobierno está tomando: salir de la cuarentena ignorando la experiencia de los que vivieron esto antes que nosotros. Posponer el bien común para satisfacer a las cámaras, a la rancia oligarquía, a esa aliada incondicional que dura mientras hay plata para repartir o para lucrar.
Tenemos un escenario evidente: los contagios se incrementan cada día y las muertes van en aumento. No podemos saber con exactitud las cifras porque tenemos un retraso con el procesamiento de las pruebas. Pero está visto que la pandemia se encuentra en ebullición. Europa, desde hace siglos, nos ha demostrado que aislarse es la única medida universal y válida para limitar los efectos del desastre sanitario, pero nuestros gobernantes no entienden. O peor aún, entienden pero no les importa. “Lo peor está por venir” dijo hace pocos días la OMS. ¿Qué pasa con usted?
Que la economía está destrozada, no cabe duda; que nos viene una situación durísima, está claro. Y a pesar de eso hemos asumido posiciones solidarias y estamos dispuestos a comprometernos con el Ecuador, porque sólo juntos saldremos de la tragedia. Sin embargo, una decisión atolondrada generará tantos enfermos y tantas muertes, que lo que gane “el sector productivo” no alcanzará para cubrir el gasto en salud. Y no nos diga que no se da cuenta, porque hoy el Hospital Carlos Andrade Marín, por ejemplo, desplazó todo el servicio de Cirugía General para convertir el área en alojamiento para COViD. Es decir, se toma la acción porque se percibe lo que vendrá gracias a una audaz iniciativa política y no técnica.
Como ciudadano, demando de usted sensatez. Le exijo que de muestras de liderazgo para enfrentar esta crisis a favor del país y las mayorías. Muchos ciudadanos han muerto porque la enfermedad nos encontró desarmados. Pero conociendo el escenario, adoptar una conducta que multiplicará las defunciones, ya no será un azar sino un crimen.
Revise la medida que pretende reducir la cuarentena. No permita que la política obre desde la vanidad, la miopía y la coyuntura. Deje que la ciencia, a través de la Autoridad Sanitaria Nacional, ponga las pautas y, sobre todo, gobierne para la enorme mayoría de ecuatorianos y no para las cámaras.
Recuerde: las vidas que se perderán por su desatino no sólo implican una responsabilidad política; conllevan una carga que puede colocarle frente a la justicia penal nacional e internacional. Rectifique. Siembre el futuro sobre la convocatoria responsable a favor de la vida y no sobre las tumbas de decenas de miles de ecuatorianos sin rostro, sin renombre. Esos que son asesinados sin que sus asesinos paguen las consecuencias.
Atentamente,
Iván Cevallos Miranda
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