Por conveniencia, los correístas acomodan su cercanía a alguien cuando aparece un caso de corrupción que cometieron cuando fueron Gobierno. Casi nadie se acuerda de Carlos Pólit.
Durante su juicio en Miami, el acusado Pólit decidió ante el jurado no atender un interrogatorio más. El juicio está por terminar; la sentencia podía alcanzar los 100 años de cárcel.